Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
EN LA gramática de la Academia, la más reciente que puede tomarse como oficial, la de 1931 (pues el Esbozo de una nueva Gramática, de 1973, no puede aún considerarse como tal), se señala que el sufijo -ato significa 'dignidad', 'oficio' y, a veces, 'tiempo' y 'lugar'. Así, se tienen voces como cardenalato ('dignidad') y literato ('oficio'). No son muchos los sustantivos que, como orfanato, terminan en -ato y significan lugar (tal vez curato, en una de sus acepciones, y algunos más).
        Por otra parte, existe también el sufijo -atorio (o -itorio), explicado sólo parcialmente en la Gramática citada, que tiene gran vitalidad en el español contemporáneo. Pueden distinguirse tres formas diferentes de este sufijo: -atoria (sólo femenino), que forma sustantivos abstractos como escapatoria; -atorio(a), con variación de género, que da lugar a adjetivos (giratorio, obligatorio); y, por último, -atorio (sólo masculino), que forma casi exclusivamente sustantivos que indican lugar. Este último alomorfo, en particular, es muy productivo: comulgatorio, purgatorio, deambulatorio, sanatorio, oratorio, laboratorio, locutorio, mingitorio, entre muchas voces más.
        El DRAE da cuenta sólo de la voz orfanato ('asilo de huérfanos'), y ni siquiera como americanismo o mexicanismo aparece allí la forma orfanatorio, general en el español de nuestro país. Conviene tener en cuenta que, si bien el sufijo -ato forma ciertamente sustantivos que designan lugar, tiene mayor uso para derivar otro tipo de vocablos de muy diversa significación. Por lo contrario, el sufijo -atorio (sólo masculino) parece especializarse en la formación de sustantivos designadores de lugar. La voz orfanatorio, por tanto, no sólo está bien construida desde el punto de vista morfológico, sino quizá responde a una regla más general de derivación en la gramática española, al menos por lo que respecta a la coherencia semántica en relación con los otros derivados en -atorio (designadores de lugar).
        De cualquier manera, lo que parece conveniente es que el DRAE dé cabida a la voz orfanatorio, quizá con la anotación de que se trata de un mexicanismo o, tal vez, de un americanismo, si, como es probable, se conoce y usa en otras regiones de este continente.

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