Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE
QUIZÁ PORQUE POR EL ORIENTE aparece el sol, por donde, figuradamente, todo comienza, se considera este punto cardinal como obligada referencia si se quiere aludir al hecho de colocar a alguien o algo en determinada posición respecto de los restantes puntos cardinales. Así, de Oriente procede orientar(se), que no sólo significa colocar o determinar la posición de algo en relación con el Sur, el Norte o el Poniente, sino también informar a uno sobre lo que ignora, dirigir algo hacia un fin, además de otros sentidos especializados en el terreno de la geografía y de la navegación. Tal vez puede decirse que el Oriente es el punto cardinal por antonomasia. El vocablo no se limita a esa significación, pues también puede tener el sentido de nacimiento de una cosa o puede asimismo señalar el Asia y regiones de África y Europa. Hay varios vocablos que o derivan de Oriente o se relacionan semántica y fonológicamente con esa voz: orientación, orientador, oriental, orientalismo, orientalista, orientar.
        Si al verbo orientar se le antepone el prefijo des-, aparece su voz antónima desorientar(se): 'perder la orientación, desconocer el lugar que se ocupa geográfica o topográficamente, extraviarse'. En sentido figurado puede equivaler a 'confundirse'.
        El vocablo Norte, además de designar el punto cardinal 'que cae frente a un observador a cuya derecha está el Oriente', y de hacer alusión a otros referentes específicos, también nombra, figuradamente, la dirección o guía, aludiendo sin duda a la estrella polar que sirve de señal a los navegantes. Si nos basamos en esto último, el verbo nortear(se) debe significar algo semejante a orientarse. Efectivamente, el primer sentido de nortear, según el DRAE, es 'observar el Norte para la dirección del viaje'. También con nortear se puede significar el hecho de que el viento decline hasta el Norte.
        Lo que casi ningún diccionario señala es el valor peculiar que en el español de México tiene el verbo nortear(se), que viene a ser sinónimo de desorientar(se) tanto en sentido recto como figurado: "no llegué porque andaba norteado", "pon atención, no te vayas a nortear". Difícil resulta averiguar la causa de este peculiar valor semántico de nortear(se), sobre todo si se considera que en México norte puede también significar indicación o señal que sirve para orientar a alguien ("le dieron un norte para que encontrara lo que buscaba"). Quizá se le llame norteado, aquí, al que confunde los puntos cardinales, al que toma el Norte por el Occidente, al que, figuradamente, no entiende o malinterpreta las indicaciones y las señales, al que no se orienta.

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