Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
HACE UN TIEMPO alguien me comentaba que no había encontrado en su diccionario el verbo embarnecer, que consideraba, acertadamente, muy usual al menos en el español mexicano. El DRAE en su vigésima primera edición (1992) lo incluye ciertamente, pero con la marca de anticuado. Esta marca desaparece en el Diccionario del español actual, de Seco et al. (1999). Otros, como el Larousse o el Moliner, no lo registran. Obviamente, al menos para el español mexicano, no es un vocablo anticuado. Si atendemos al muy reciente diccionario de Seco (calificado precisamente de actual), tampoco lo es en el español de España, variedad a la que está dedicado ese excelente lexicón. Por lo que toca a la definición, la Academia y Seco anotan simplemente, como sinónimo de embarnecer, el verbo engordar. Por mi parte opino que engordar y embarnecer no son sinónimos exactos, partiendo además del principio de que no hay en la lengua sinónimos perfectos. Quizá sí lo sean (muy) gordo y obeso, por ejemplo; sin embargo una persona embarnecida no es necesariamente obesa. En la mente del hablante contemporáneo, gordo está asociado al exceso de grasa, al tejido adiposo abundante, al abdomen voluminoso; embarnecido se relaciona mejor con cierto equilibrio entre estatura y peso, con una saludable fortaleza corporal. Por ejemplo, cuando se abandona la adolescencia, durante la cual, debido al crecimiento (más vertical que horizontal, más hacia arriba que hacia los lados), hay una cierta falta de volumen (si se me permite la expresión); después de esa etapa el cuerpo comienza a embarnecerse, a adquirir la consistencia y el peso propios de la edad adulta, lo que no significa necesariamente (o únicamente) que se comience a engordar. Por eso, de alguien que está dejando atrás la edad adolescente y entrando a la adulta se dice, en México, que ya "está llenito", que "ya embarneció". Así que embarnecer, en cierto sentido, es algo más que engordar. También un convaleciente de una larga enfermedad, conforme va sanando, se va fortaleciendo, se va embarneciendo. Engordar no siempre es algo conveniente para la salud; embarnecer, por lo contrario, es no sólo lo conveniente sino lo normal en determinadas circunstancias.
        Me parece por tanto mejor la definición que de embarnecer se daba en los diccionarios académicos de hace casi 100 años. No se le identificaba como sinónimo de engordar, sino de engrosar (tercera acepción), es decir: 'tomar carnes y hacerse más grueso y corpulento'. Cuando decimos que alguien embarneció, que ya está más llenito, queremos señalar que ya "tomó carnes". Tampoco parece muy buena la definición de gordo que viene apareciendo en las sucesivas ediciones del DRAE ('que tiene muchas carnes', anota): un hombre corpulento también tiene "muchas carnes" o, mejor, "mucha carne", lo que no quiere decir que esté gordo. Me gusta más la definición de gordo que trae el Diccionario del español usual en México: 'que tiene más volumen, es más grueso o más ancho de lo normal por tener mucha carne o mucha grasa'. Destaco en particular el carácter relativo de este adjetivo: alguien es gordo porque es 'más grueso de lo normal'. Creo que eso entendemos hoy por un hombre gordo: más grueso de lo normal. Por tanto, volviendo a embarnecer: no puede significar simplemente 'engordar', porque alguien que embarneció no quedó, como resultado de ello, más grueso de lo normal, sino que adquirió el peso, las carnes necesarias y convenientes para su estatura.
        Yo supongo que, morfológicamente, embarnecer está formado, como otros muchos verbos semejantes -sea por caso, encanecer-, por un prefijo, una raíz y un sufijo: en- + cano + -cer = encanecer. No encuentro sin embargo la raíz sustantiva o adjetiva de embarnecer. No existe en español un sustantivo o adjetivo *barno. Arriesgo por tanto la siguiente hipótesis: embarnecer podría ser una alteración fonética del vocablo encarnecer. El DRAE define encarnecer en los términos siguientes: 'tomar carnes; hacerse más grueso'; definición que corresponde también, en mi opinión, a embarnecer. Encarnecer sí puede explicarse como una formación parasintética (análoga a la que se da en encanecer): en- + carne + -cer. Alguna justificación, así sea parcial e insuficiente, puede buscarse para los cambios fonéticos observables en el paso de encarnecer a embarnecer: el cambio de k (c) a b supone, sobre todo, una sonorización de k. Este fenómeno (la sonorización de consonantes sordas) es muy frecuente en la evolución fonética del español. Ciertamente la sonora que corresponde a k es la g. Sin embargo no es tampoco imposible el cambio de g a b (en hablas populares se dice *abuja y *abuzado, en lugar de aguja y aguzado). El cambio de n a m no requiere explicación alguna, es un asunto meramente ortográfico: ante b no se escribe n sino m. Embarnecer, entonces, podría verse como una variante fonética de encarnecer: encarnecer > embarnecer.

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