Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
Minucias del lenguaje - José G. Moreno de Alba, publicadas por el FCE.
EL VERBO APLICAR TIENE las siguientes acepciones principales: 'poner una cosa adherida a otra' (aplicar cataplasmas); 'hacer que algo recaiga sobre alguien o algo' (aplicar un suplicio); 'emplear una cosa para algo' (aplicar una ayuda financiera); como intransitivo pronominal: 'esforzarse con interés en algo' (aplicarse en el trabajo). Algunos diccionarios añaden el significado de 'poner en operación' (aplicar la ley). Ninguna de las anteriores acepciones de aplicar podría explicar o justificar su empleo en el enunciado *aplicar un empleo, relativamente frecuente en el español del sur de los Estados Unidos. Se trata, obviamente, de un anglicismo, de lo que alguien ha llamado "clones del lenguaje". En ocasiones hay vocablos ingleses que tienen parecido formal con voces españolas, pero poseen significados muy diferentes: evento ('acontecimiento') es una clonación del inglés event, pues en español sólo significa 'acaecimiento'; ignorar ('pasar por alto') es clon de to ignore, ya que ignorar, en español, es simplemente 'no saber'; copia [de un disco] ('ejemplar') es resultado de la clonación del inglés copy; nominado ('aspirante, candidato') es clon de nominate; doméstico ('nacional': vuelos domésticos) resulta de la clonación de domestic, etc. Pues bien, aplicar un empleo, aplicar una visa... es una clonación del verbo inglés to apply, a través sobre todo del sustantivo application (aplicación). El primer significado de to apply es 'solicitar' (ask for). La primera acepción de application es 'solicitud'. Cuando un hispanohablante de los Estados Unidos dice "ya llené la *aplicación para el empleo, ya *apliqué", quiere decir "ya llené la solicitud, ya solicité el empleo".
        Tengo la impresión de que la expresión, cada vez más frecuente en México, "*aplican restricciones" es también un anglicismo no tanto léxico-semántico cuanto sintáctico. Aceptando como española la acepción 'poner en operación', podría justificarse el empleo de aplicar referido a restricciones: "aplicar una restricción" equivaldría, entonces, a 'restringir, poner en operación una restricción'. Sin embargo, la construcción no pronominal (aplican por se aplican) ya parece aún menos ortodoxa. Nadie dice "*aplican inyecciones" sino "se aplican inyecciones", que es una de las maneras con las que la lengua española señala tanto la voz pasiva (las inyecciones son aplicadas, no son ellas las que aplican) cuanto la indefinición del sujeto agente (no importa quién las aplica). Cuando se dice "*aplican restricciones" se pierde el sentido pasivo y, además, restricciones puede interpretarse tanto como objeto directo (las restricciones son aplicadas por alguien) cuanto como sujeto (las restricciones son las que aplican [algo]). Evidentemente, hay formas mucho más sencillas de expresar estos conceptos. Si lo que quiere decirse es, por ejemplo, que el descuento en el precio de un boleto de avión no se hará si no se paga por anticipado y si no se paga en efectivo, bastará con anotar: hay restricciones. Con ello, de paso, se evita la discusión semántica sobre si una restricción es o no aplicable.

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