El verbo saber con el sentido de ‘tener noticia o conocimiento de algo’ no rechaza del todo el imperativo, pero entra en conflicto con el sentido del verbo cuando significa ‘estar instruido en algo’, puesto que se trata de un estado (No se diría, por ejemplo, Sabe matemáticas o Sábete la lección); sin embargo, sí pueden usarse las formas sábelo o sábete con el primer sentido, el de ‘tener noticia de algo’: Pues sábete que el señor tu padre fue el mayor amigo que tuve. En el caso de estas últimas voces, se trata del imperativo del verbo saber (sabe) más el pronombre pospuesto lo o te, que va seguido del verbo, como sucede en sígueme (sigue + me), hazlo (haz + lo), vela (ve + la), escríbeme (escribe + me), etcétera. Aunque este tipo de construcciones son comunes en la lengua, el uso del imperativo sábelo o sábete no es frecuente en la lengua oral en la actualidad.