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, de Nariño. Lo mismo podríamos decir de los periódicos mexicanos d
finales del siglo xviii, como el
Mercurio Volante
, antecedente colonial de
Pensador Mexicano
, que respondió con vigor a la declaración de la liberta
de imprenta de las Cortes de Cádiz y que recoge ya los primeros balbuceos d
la conciencia nacional.
Sí, el periodismo es, como lo vieron Pedro Henríquez Ureña y Alfons
Reyes, causa y efecto a un tiempo de nuestras luchas independentistas. Y l
mismo ocurre con la novela. No deja de ser significativo que durante los s
glos de dominación hispánica no se haya producido en nuestro continent
ninguna novela digna de ese nombre, cuando en los albores del siglo xv
España había alcanzado, con
El Quijote,
la cima de la expresión novelístic
de todos los tiempos. Si no se prohibió expresamente la creación de novel
en las colonias, sí se inhibió su escritura, lo que confirma el carácter su
versivo de un género que tiene en común con el periodismo la facultad d
hacer la radiografía crítica de la sociedad de la que procede. Lo mismo co
nuestro periodismo, nuestra novela es signo de independencia. La primer
que vio la luz en América fue
El Periquillo Sarniento
, publicada en 181
cuando ya se habían iniciado las revoluciones de independencia de nuestr
países, y es del mismo autor, el “Pensador Mexicano”, José Joaquín Ferná
dez de Lizardi, que había padecido cárcel por sus artículos periodísticos e
los que delataba sin miramientos las injusticias de la corona española en s
posesiones de ultramar.
Celebremos, con el bicentenario del surgimiento de las naciones hisp
noamericanas, la cristalización del periodismo, que sirvió de enlace entre l
independencia política y la emancipación cultural de nuestros países; cel
bremos también las contribuciones del periodismo al conocimiento y a l
crítica de nuestra realidad social contemporánea, sin las cuales seguiríam
siendo dependientes de las fuerzas más oscuras y los intereses más aviesos
Agradezco el alto honor que se me ha conferido de entregar los premi
nacionales de periodismo Simón Bolívar correspondientes al año 200
privilegio del que han gozado, además de varios presidentes de la repúblic
–entre los cuales figuran, acaso como en ningún otro país hispanoameric
no, destacados periodistas–, escritores como los venezolanos Miguel Oter