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* Leído en la sesión ordinaria del 12 de noviembre de 2009. Previamente lo leyó el autor
ceremonia de entrega de los Premios Nacionales Simón Bolívar en el Auditorio Fabio Loza
la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Bogotá, Colombia, el 20 de octubre de 2009.
NOVELA Y PERIODISMO.
COLOMBIA Y MÉXICO
*
Gonzalo Celo
En la primavera del año 2000, recibí en mi oficina de la Facultad de Fil
fía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México una lla
telefónica desconcertante.
–Maestro Celorio– me dijo mi secretaria sin ningún sobresalto–, le
bla el presidente de Colombia.
Pensé que se trataba de una broma, pero Gaby insistió:
–Es el presidente Belisario Betancourt y está personalmente en la lí
–Gaby, por favor –la objeté–, el presidente de Colombia se llama An
Pastrana. Betancourt fue presidente, sí, pero hace como 15 años. Ade
¿cuándo se ha visto que un presidente de la república esté en la línea a
que la persona con la que quiere hablar?
–Pues él está en la línea. Y, por cierto, es muy amable. Si no va a ha
con él, nomás dígame qué quiere que le diga.
–A ver, pásemelo.
Para que los presidentes de la república no fueran vitalicios ni aun
minalmente una vez concluido el periodo para el cual habían sido elegi
en México había estallado la Revolución y quienes intentaron desacata
nuevos preceptos revolucionarios fueron asesinados o acabaron en el ex
así que no entendí, de entrada, la práctica colombiana de que los presi
tes que habían terminado su mandato siguieran ostentando, en un país
celoso de la palabra, tan enjundioso epíteto.
Pero qué duda cabe de que ser presidente de una nación como Colo
imprime carácter. Y el carácter, como se sabe, es indeleble y permanen