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de su labor periodística. Estamos en consecuencia ante un acto de justici
poética, pues ocupar la silla de un hombre notable por su excelencia y s
probidad, como maestro y funcionario académico es, además de un rec
nocimiento merecido, el afianzamiento de una genealogía iniciada desd
que apareció en esta casa Ángel María Garibay Kintana, para quien se cre
la silla número XXIX y, quien, entre paréntesis, escribía con desenfad
su segundo apellido con
K
, quizá en contra de las reglas de la ortografí
imperante: Garibay, “sabio entre sabios”, como lo define acertadamente s
heredero actual, “nos hizo cobrar conciencia de las muchas culturas de l
que somos consecuencia”; fue asimismo maestro de otro de nuestros ilu
tres académicos, don Miguel León-Portilla, también historiador.
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El currículum de Miguel Ángel Granados Chapa es muy conocido por t
dos nosotros. Baste mencionar que nació en Pachuca, estado de Hidalgo,
principios de la década del cuarenta, que cursó su primaria y la prevocaci
nal, para hijos de trabajadores, en escuelas públicas de su lugar natal y co
maestros excelentes –¿quién podría asegurar lo mismo hoy, con el deterior
de la educación publica en nuestro país?–. Él mismo nos aclara que fue s
madre quien le inculcó el gusto por las palabras, notable mujer y profesor
nata, en homenaje de quien estudiaría Derecho ya en la ciudad de Méxic
y en la unam, nuestra
alma mater
, al tiempo que proseguía por vocació
la carrera de periodismo en la Facultad de Ciencias Políticas de la mi
ma institución. Estamos enterados de que le falta sólo el examen de grad
para obtener el doctorado de Historia en la Universidad Iberoamerican
también de que ha publicado numerosos libros de actualidad desde 198
entre ellos, y cito:
La banca nuestra de cada día; Votar, ¿para qué? Manual
elecciones; Comunicación y política; ¡Nava sí, Zapata no!: la hora de San Lu
Potosí: crónica de una lucha que triunfó; ¡Escuche, Carlos Salinas!; Constanci
hidalguense; Fox & Co. Biografía no autorizada; Tiempo de ruptura
,
etc.; d
que ha tenido numerosos cargos de importancia pública: por ejemplo, su
director editorial y colaborador de
Excélsior
(1976); director, gerente y col