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LA LEY, LAS LIBERTADES Y LA EXPRESIÓN*
Miguel Ángel Granados C
Sean mis primeras palabras una manifestación de gratitud a todos los
sentes: a las señoras y señores miembros de la Academia Mexicana d
Lengua por recibirme en su seno y particularmente a la doctora doña
go Glantz porque hará explícita esa recepción, y gracias también a qui
me acompañan en este acto, que me enorgullece de modo singular.
Agradezco igualmente la hospitalidad del periódico
Reforma
, frut
el corazón de México del diario regiomontano
El Norte
, en cuyas pág
se publicó amplia porción de la obra de dos integrantes de la familia
co que fueron miembros de esta corporación: don Celedonio Junco d
Vega, que por radicar en Monterrey fue académico correspondiente, y
Alfonso Junco, hijo suyo, que lo fue de número.
Nacido en Matamoros, Tamaulipas, el 23 de octubre de 1863, don
ledonio pasó muy joven a radicar en la capital de Nuevo León, do
dedicado al trabajo bancario o mercantil, fue también asiduo escrit
periodista. Con su hijo Rodolfo fundó en abril de 1922 el diario
El Sol
,
que 16 años más tarde brotaría
El Norte.
En cada uno de esos periód
don Celedonio publicó un editorial cada día, por lo que sumaron mile
cuartillas con sus reflexiones, flujo caudaloso que se interrumpió ún
mente con su muerte, acaecida el 3 de febrero de 1948.
Fue, con la misma entrega, un poeta de hondura reconocida por E
que González Martínez, José López Portillo y Rojas y Enrique Ferná
Granados, quienes presentaron su candidatura para ser parte de esta
demia. Su poesía era alada, como el pajarillo descrito en la pieza esco
por Gabriel Zaid para figurar en su antología maestra, su
Ómnibus de p
mexicana
:
* Leído en la sesión pública solemne del 14 de mayo de 2009, efectuada en el auditori
diario
Reforma
.