Ingresó a la Academia como miembro correspondiente, pero no llegó a presentar su discurso de ingreso.
Realizó sus estudios preparatorianos en la Escuela Nacional Preparatoria, posteriormente ingresó a la carrera de abogado, que interrumpió su interés en el periodismo y más tarde el teatro. Después, se dedicó a la docencia, por tal razón impartió clases de historia universal en la Preparatoria.
Por otro lado, fue un destacado diplomático que desempeñó cargos que le permitieron viajar por Europa y a asistir a representaciones de obras dramáticas modernas. Cuando regresó a México se dedicó enteramente al periodismo y al teatro. Fue uno de los siete autores del grupo llamado “los Pirandellos”.
Asimismo, ejercitó la crítica de teatro en El Universal, hasta la fecha de su fallecimiento. Su numerosa obra incluye (en su mayoría teatro): La muerte (1904) y El hogar (1905), la comedia Un día vendrá, titulada después El Día del juicio (1908), El diablo tiene frío (1923) y Los Revillagigedos (1925) y el drama Vía Crucis (1925).
Escribió ese mismo año Cuento viejo y las comedias Espíritus y Si la juventud supiera... Su producción teatral culmina con la obra simbolista El Caballero, la muerte y el Diablo --"fantasía dramática"--, inspirada en el grabado de Durero del mismo título, dedicada a su esposa Estela Chavero de Gamboa. Se estrenó tres semanas antes de que el dramaturgo falleciera.
Además de la zarzuela Soledad -en colaboración con Miguel E. Pereyra-, propició la revista con Las islas del amor, en la que colaboró con él su primo Miguel Gamboa. Tradujo comedias de varios autores franceses contemporáneos.
(Con información de Semblanzas de Académicos. Antiguas, recientes y nuevas de José Luis Martínez).
