Nació el 26 de mayo de 1859 en Guadalajara, Jalisco; murió el 22 de mayo de 1923. Ingresó a la Academia como miembro de número en 1903. Fue el 2° ocupante de la silla número IV. Tuvo el cargo de Secretario en el periodo que abarcó de 1908 a 1916. También, fue Director de 1916 a 1923.
Realizó los estudios en su ciudad natal y en la capital. Fue así como se graduó como abogado en Guadalajara en 1871. Posteriormente se dedicó a viajar por Estados Unidos, Europa y el Oriente Medio. Cuando regresó a México publicó Egipto y Palestina. Apuntes de viaje.
Aparte de sus aspiraciones literarias, tuvo gran interés en el ámbito político, por tal razón inició su carrera política como diputado por Jalisco al Congreso de la Unión de 1875 a 1877. Cuando cayó el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada se fue a Guadalajara, en donde inició como periodista, sin embargo, poco tiempo después regresó a la ciudad como diputado. Al terminar ese periodo como diputado se convirtió en senador de la República en 1882.
Junto con Manuel Álvarez del Castillo y Ester Tapia de Castellanos en 1886 fundó en Guadalajara la revista de ciencias, artes y letras, La República Literaria, que se publicaría hasta 1890 y sería la más notable de las que aparecieron en aquella ciudad y una de las mejores revistas culturales mexicanas. Por estos años publicó su único libro de versos, Armonías fugitivas (1892), varios folletos de temas jurídicos; fue de nuevo diputado, ahora por Nuevo León. Por invitación de Joaquín D. Casasús, se adhirió al Partido Científico.
En 1902 ya se había establecido en la ciudad de México, en atención al puesto que desempeñaba en la Secretaría de Relaciones y fue delegado a la Segunda Conferencia Panamericana (México, 1901-2). De tiempo atrás había sido amigo y partidario del general Bernardo Reyes, y cuando éste no aceptó su postulación en 1909 y se recrudeció la persecución contra sus partidarios, López Portillo, de honestidad intachable, fue calumniado de malversación de fondos y padeció cárcel durante seis meses. A la caída del porfirismo, fue subsecretario de Instrucción Pública en el breve gobierno de Francisco León de la Barra (1911), Gobernador del Estado de Jalisco de 1912 a 1914 y Secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de Victoriano Huerta. Pronto rompió con el usurpador y se ganó su enemistad. Perseguido por éste en 1914 y luego por los revolucionarios, "vivió los sobresaltos de la vida prófuga", dice Emmanuel Carballo, aunque sin salir del país, hasta que en 1916 se acogió a la amnistía decretada por Pablo González. En sus últimos años se dedicó a la enseñanza y a las letras.
Los primeros cuentos que escribió son de la época de La República Literaria y los últimos de 1918. Llegan a una treintena y se coleccionaron en dos volúmenes de sus Obras en la Biblioteca de Autores Mexicanos de Agüeros (vol. 27, México, 1900 y vol 49 México,1903) y en Historias, historietas y cuentecillos (1918). También sus tres novelas son obras de madurez y aun de sus últimos años: La parcela (1898), Los precursores (1909) y Fuertes y débiles (1919). Entre sus cuentos, que tienen una gama temática muy amplia, sobresalen La fuga y En diligencia. La última obra publicada por López Portillo fue una valoración histórica: Elevación y caída de Porfirio Díaz (con prólogo de Atenedoro Monroy) (1922). Otros textos son: Derecho y sociología, El quinto estado de la graduación mercantil (1885), La baja de la plata (1886), El derecho y la economía política (1897), La raza indígena (1904), ¡Abajo los toros! (1906), Ensayos económicos (1910), En defensa propia (1911), La Doctrina Monroe… (1912), Enrique VIII de Inglaterra (1921), “Rusia redentora. La ola roja” (1922), Novelas cortas, 2 vols. (1900), Suceso y novelas cortas (1903), Historias, historietas y cuentecillos (1919), Rosario de la Acuña (1920), “Últimos días de Enrique VIII” (1920), Las mujeres de Enrique VIII (1921), “Mayo” (poesía) en América Española (1922), “Aquí señor” en América Española (1922), “La novela”, “Elogio a don Manuel José Othón”, “La vida de las palabras” (1918), “Contestación al discurso de don Manuel Romero de Terreros” (1919), “Discurso en honor de don Francisco A. de Icaza” (1919), “Contestación al discurso de recepción de don Salvador Cordero” (1920), “Don Benito Pérez Galdós” (1920), etc.
(Con información de Semblanzas de Académicos. antiguas, recientes y nuevas, de José Luis Martínez).
