Manuel Alcalá Anaya nació en la ciudad de México el 19 de noviembre de 1915. Fue electo miembro de la Academia Mexicana de la Lengua el 28 de julio de 1961, pero ingresó como miembro de número el 30 de agosto de 1962 y ocupó la silla XVII.

Posteriormente se desempeñó como bibliotecario (9º) de 1962 a 1965 y como secretario perpetuo (13º) de 1983 a 1999. Realizó sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y ejerció en ella la docencia de 1940 a 1964, llegando a ser miembro del Consejo Técnico de Humanidades. Don Manuel puso manos a la obra para restaurar el edificio de la Biblioteca Nacional, la cual reorganizó su estructura y le dio vida tras ocho años de abandono. Fue director de este recinto bibliotecario de 1956 a 1965, tiempo en el que también restableció el Instituto Bibliográfico Mexicano y el Departamento Tiflológico con una biblioteca braille con servicios de lectura y cintoteca. Don Manuel fue un políglota consumado: hablaba y escribía con soltura en español, inglés, francés, italiano, catalán y portugués; leía latín y provenzal, y tenía conocimientos de griego, alemán y finlandés. Esta habilidad le valió ser diplomático y embajador de México en diversos países. La bibliografía de don Manuel es extensa y variada, incluye libros, prólogos, textos académicos, artículos periodísticos y traducciones, pero destacan Del virgilianismo de Garcilaso de la Vega (1946), César y Cortés (1950), El cervantismo de Alfonso Reyes (1964), los prólogos a La Odisea y Cartas de relación, de Hernán Cortés (Porrúa, 1960).